En el preciso instante
en el que prende la llama
e ilumina la ciudad, al fondo,
apoyo mi umbría en tu sonrisa
gravitando a tu alrededor
y surcas por mis pupilas
deshaciendo la melancolía.
De este modo
recoges mi volar
cuando amenaza herida.
1 comentario:
Cuando conecto con tus ojos
y se enciende nuestro mundo,
nuestras miradas se hablan
y nuestras bocas se miran.
Es en ese momento cuando
nos siento uno,
y el resto de nuestros sentidos
se tornan libres cruzando sus fronteras.
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