viernes, 17 de octubre de 2008

Amor subterráneo.

ELLA
Seguía la estela
de legañas y cabezas recién peinadas
en rutinaria hora punta.

ÉL
Nadie en los pasillos
se percataba de su presencia
figura desfigurada
abandonada en un rincón
entre escaleras mecánicas y miradas perdidas.

ELLA
El sonido del violín
-imán para elegidos-
posó la atracción sobre su cuerpo
su falda recobró el vuelo
y unas notas la arrancaron
de la manada de desconocidos.

ÉL
Al verla aceleró el compás
(adagio, allegro, presto)
dedos desbocados
sus ojos en ella.

ELLA
Al llegar a él
mientras dos lágrimas caían de sus ojos
la música anudó sus soledades.

Noja Polman.