lunes, 12 de mayo de 2008

Te observo desde el andén de enfrente.

El deseo contenido
la mirada suspendida
valiente por la brevedad del encuentro
depredador de pastel
el tren se acerca, hay que apresurarse
no hay tiempo para vagos rodeos.

Dulce sonrisa pícara.
Ese es todo el premio.

Luego viene el momento del adiós
una despedida sin dolor
sin rencores ni reproches
tan fugaz como este amor sin besos.
Noja Polman