Qué dolor, de repente
de tacto, de piel, de viscera
de música sin ti,
de semáforos en rojo,
de besos en casa gaudí
de labios de café y donut,
de ceniceros a rebosar,
de sábanas de sudor y ternura,
de estaciones sin consigna,
de caricias sin espalda,
de mañanas sin lunares,
de una cama sin goles ni risas.
Qué dolor, de repente
Noja Polman
domingo, 12 de septiembre de 2010
jueves, 2 de septiembre de 2010
Mariposa.
Como cuando te cuelas en mis sueños,
con sigilo y suavidad,
casi sin darme cuenta,
así recogimos la arena caida del reloj,
atamos el sol
a un palmo de la linea del mar,
pusimos de acuerdo nuestras miradas,
sincronizamos el deseo
y prometimos volver
para comenzar a caminar juntos;
una mariposa sería la señal.
Hoy se ha posado sobre un tatuaje de mi espalda,
con sigilo y suavidad,
casi sin darme cuenta.
Noja Polman.
con sigilo y suavidad,
casi sin darme cuenta,
así recogimos la arena caida del reloj,
atamos el sol
a un palmo de la linea del mar,
pusimos de acuerdo nuestras miradas,
sincronizamos el deseo
y prometimos volver
para comenzar a caminar juntos;
una mariposa sería la señal.
Hoy se ha posado sobre un tatuaje de mi espalda,
con sigilo y suavidad,
casi sin darme cuenta.
Noja Polman.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)