Tres bocas cerradas.
A golpes la tuya
por ocultar nuestros nombres
iluminando nuestro futuro.
Clandestina sangra la mía
mordida por la rabia
de tener que seguir
un camino sin rencor.
El miedo
-que no tiene ideología-
cierra hoy la suya.
Muere, desde hace años, poco a poco
ahogado por un silencio
denso
vergonzoso
cobarde.
Noja Polman.
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