lunes, 21 de enero de 2008

Me cuesta mucho pensar
que ya no habrá chicles de duro,
viejas que amenazan con pincharnos la pelota
con la aguja de hacer punto,
excursiones al solar de la esquina
para descubrir pequeños roedores,
su agónica muerte a pedradas, sus tripas,…
¡tú la ligas!
subir sólo en el ascensor escapando del portero,
la fuente mal cerrada en el parque perdiendo agua…

sensaciones de otro siglo
sin videoconsolas ni pantallas planas.
Noja Polman.

1 comentario:

Librelula dijo...

Que bonito! cuanta nostalgia de la infancia leo en tus lineas que me huelen a sandia y coca-cola de gominola.
Piensa que depende de nosotros que las futuras infancias se acuerden con nostalgia de "sus" recuerdos
Besazos desde lisbella