Se abre el tiempo
y asoma entre los tilos
una ráfaga de luz
que disuelve cualquier atisbo
desgarrado de tristeza.
Rompe la espesura
una claridad vertiginosa,
hunde con fuerza las raíces
y merodea en la memoria
la música azul de las estrellas,
refugio de ese sueño
que está por venir.