No olvides
al levantar la noche
disolver la luz que nos desarma
la caricia inagotable
las lunas llenas
el fuego el la pared.
No olvides
recoger las certezas del destino
el universo de nuestros abrazos
el tacto mudo
la noche infinita
el silencio cómplice
el rumor de los aullidos.
No lo olvides,
borra cualquier huella
que nos ayude a encontrar
el camino de regreso.